Consejos y recomendaciones para trabajar con silicona


La silicona es uno de los materiales más empleados en cualquier trabajo profesional de carácter industrial. Se trata de un polímero incoloro e inodoro compuesto principalmente por silicio que se emplea tanto para labores de sellado como de adherencia entre superficies de distintas características.

Uno de sus rasgos distintivos es su elasticidad, que una vez aplicada se mantiene hasta que la textura resinosa se va endureciendo, quedando fija por completo.

Para manipular y trabajar de una manera organizada y adecuada con la silicona en proyectos profesionales es necesario seguir una serie de pautas para mejorar la eficacia de los equipos implicados y evitar que tanto la silicona se acabe desperdiciando o haciendo un mal uso de ella como que su mal uso repercuta negativamente en el entorno de trabajo, ensuciando o alterando partes esenciales de las herramientas de trabajo.

Tips para trabajar con silicona de manera efectiva

Lo mejor que se puede hacer para manipular la silicona y emplearla de un modo eficaz es usar un cono. Es un utensilio muy fácil de emplear que permite administrar la silicona de forma dosificada y gradual, con mucha más precisión y dejando menos residuos.

Este cono se puede acoplar a una pistola, que permite usar un gatillo para utilizar la cantidad justa de silicona en puntos concretos mediante la cánula. De este modo, se aplica una pequeña y fina tira de producto de manera constante que permite hacer uso de la cantidad justa de silicona.

Para que la silicona sea 100% efectiva, es indispensable limpiar de antemano la superficie donde se va a aplicar. Eliminar por completo los restos de polvo y suciedad para después dejarla secar es la mejor forma de garantizar que la silicona va a poder ser aplicada con total eficacia. Lo mejor es emplear una solución a base de agua y jabón, que después tendrá que ser secada para garantizar un nivel de adherencia óptimo.

Esta misma solución es la que puede ser de gran ayuda para retirar los restos de silicona que hayan podido quedar depositados en alguna de las superficies en las que hemos trabajado, una cuestión que vamos a tratar en el siguiente punto.

¿Cómo limpiar los restos de silicona?

La silicona utilizada como adherente es un material flexible y en cierta medida maleable, lo que permite ser retirada con facilidad si no se ha secado, algo que empieza a ocurrir en los minutos posteriores a su aplicación al permanecer al aire libre. Cuanto menos tiempo pase entre su aplicación y su limpieza mejor, ya que más fácilmente se podrá retirar.

Esa misma solución de agua y jabón que utilizamos para limpiar los materiales para adherirlos con la silicona puede ser muy útil para retirar los restos de silicona. Bastará con usar un pequeño pulverizador para aplicarlo por toda la superficie y, a continuación, utilizar un pequeño trapo seco para retirar la solución y los restos de silicona y de suciedad.

En caso de que haya pasado un tiempo o la silicona se haya secado rápidamente, es posible hacer uso de una espátula (cuidado con superficies delicadas como el cristal, susceptible a sufrir daños por el roce si no se hace con cuidado) para retirarla.

En ciertos trabajos de carácter industrial, es común el uso de cinta para crear márgenes que eviten que la silicona manche las zonas más propensas a sufrir el efecto de las salpicaduras o el goteo de la silicona. Es una solución económica, sencilla de aplicar y muy efectiva que permite ser retirada sin provocar desperfectos de ninguna clase. En caso de quedar restos del adhesivo, estos pueden ser retirados fácilmente.

En caso de que la silicona se haya quedado adherida por mucho tiempo, se pueden utilizar productos más agresivos, como disolventes. No obstante, no todos los materiales se llevan bien con los efectos de la acetona, por lo que es conveniente comprobar de antemano que su uso es compatible en una porción no demasiado visible del material afectado.

En caso de que la silicona haya caído a la ropa y se haya secado, es importante aplicar calor de una manera segura. Se puede usar papel de aluminio para proteger las fibras de la prenda y permitir el paso del calor al mismo tiempo.

Cabe recordar que la silicona tiende a recuperar su flexibilidad parcialmente al estar expuesta al calor, por lo que se puede utilizar una plancha o similar para hacer que la silicona comience a exponerse a las altas temperaturas que facilitarán su eliminación de las fibras.

Después, solo bastará con retirar el papel para comprobar que casi toda la silicona se habrá adherido a su superficie, evitando, además, frotar en exceso la prenda para que las fibras no sufran deformaciones ni cualquier tipo de daño.

Principales tipos de silicona

La silicona empleada a nivel industrial puede catalogarse en función de su forma, su uso y su composición. La agrupación quedaría del siguiente modo:

  • Según su forma.
    • LÍQUIDA. Es la más usada para el sellado de materiales.
    • Utilizada para rellenar grietas. Con el tiempo se endurece.
    • Hay silicona en polvo o en resina, muy utilizadas a nivel industrial.
  • Según su uso.
    • CONSTRUCCIÓN. En el sellado de impermeabilización de edificios.
    • BAÑOS Y COCINAS. En mamparas, fregaderos, encimeras… Resistente al moho.
    • Se utiliza en espejos, vitrinas o superficies acristaladas.
    • Muy flexible para no cuartear la madera. Se usa en suelos y rodapiés, y también en zócalos.
  • Según su composición.
    • ÁCIDA / ACÉTICA. Es el tipo más común para el sellado. Es menos elástica y no puede pintarse sobre ella. Muy resistente a la humedad y a la radiación UV.
    • ACRÍLICA. Para el sellado de juntas, ventanas o tuberías. Puede pintarse una vez seca.
    • Carece de disolventes y mantiene una gran elasticidad. Es 100% inodora, perfecta para espacios cerrados o poco ventilados.

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