Cómo masillar una pared: guía explicativa paso a paso


En muchas ocasiones, tenemos que prepararnos para enmasillar las paredes de nuestro hogar o local. Esto se debe a que, con el paso del tiempo, estas pueden tener ciertos desperfectos como resultado de haber anclado muebles o haber colgado cuadros. También puede ser que hayamos alquilado o comprado un inmueble que haya sido muy maltratado por sus anteriores inquilinos y tenga desperfectos en las paredes, así como es posible que tengamos que hacer una pequeña obra por determinados motivos.

No es de extrañar que, cuando vemos que nuestras paredes tienen desperfectos, como agujeros o grietas, queramos arreglarlos para disimular que se encuentran ahí. Por este motivo, es importante saber cómo aplicar masilla en la pared de la manera correcta para hacer un trabajo profesional. Por este motivo, en este artículo nos vamos a centrar en explicarte cómo usar la masilla para reparar estos desperfectos en las paredes.

Esto no únicamente puede ser útil para hacer que tu hogar sea un lugar mucho más agradable, sino que también te puede dar el conocimiento necesario para aplicarlo en tu puesto de trabajo sin tener que contar con la ayuda de un profesional. De esta manera, tú serás el profesional que necesitas y podrás ahorrar bastante dinero al masillar las paredes de tu hogar o local con acabados perfectos. ¡Sigue leyendo si quieres aprender más sobre cómo se aplica masilla para paredes!

Tipos de masilla para paredes

La masilla es una pasta muy característica, que, en principio, tiene una consistencia blanda y que puedes adquirir en ferreterías o en tiendas de bricolaje y manualidades. Es un material que suele estar compuesto de aceite de linaza y de tiza y puede venderse en polvo o ya con la cantidad de agua que necesita para aplicarse húmeda en las paredes.

No obstante, después de aplicarse, la masilla reparadora de paredes se debe dejar secar y entonces se vuelve dura y muy resistente. Por este motivo se puede utilizar para cubrir o disimular imperfecciones en las paredes, así como para cubrir desperfectos en ellas, como agujeros o grietas. Por ello, también es un material muy utilizado en empresas de reformas parciales o integrales. Ahora bien, es necesario que sepas que existen distintos tipos de masilla para paredes.

Entre los distintos tipos, podemos encontrar, por ejemplo, la masilla de cemento, que es más robusta y contiene minerales y ciertos tipos de resinas que sirven para hacer que se pueda aplicar con facilidad y que se agriete después del secado. Por ello, proporciona reparaciones duraderas y muy resistentes al paso del tiempo y al uso. Ahora bien, sólo la puedes encontrar en polvo y tendrás que diluirla en agua hasta dar con la consistencia necesaria para poder aplicarla para masillar tus paredes.

Asimismo, también puedes encontrar la masilla plástica, que es la que se suele utilizar para reparar paredes de yeso o en paredes que ya están pintadas. Por lo tanto, si te preguntabas si se puede aplicar masilla sobre la pintura, la respuesta es afirmativa, siempre que utilices este tipo de material. La puedes encontrar en polvo o ya lista para utilizar

¿Cómo masillar una pared con éxito?

Si has descubierto un desperfecto en la pared de tu casa o de tu local, si quieres repararlo y no sabes cómo, no te preocupes, ya que has llegado al lugar adecuado. A continuación, te vamos a mostrar cómo aplicar la masilla a la pared de la mejor manera posible para lograr resultados más profesionales.

Limpia la pared y protégete

Cuando vayas a masillas la pared, es recomendable que utilices una lija para limpiar y alisar la zona antes de utilizar masilla reparadora para pared. Ahora bien, ten en cuenta que, al lijar, es probable que empiecen a flotar partículas en el aire que son dañinas para tus pulmones y ojos. Por este motivo, te recomendamos utilizar mascarilla, gafas protectoras y guantes.

Una vez hayas dejado la zona limpia, puedes utilizar una brocha para eliminar el polvo de la pared y barrer para limpiar el que haya caído al suelo. Posteriormente, debes limpiar y humedecer la pared con una esponja limpia y bien mojada con agua. Cuando lo hagas, ya puedes pasar al siguiente paso.

Utiliza cinta de carrocero por protección

Al igual que solemos hacer cuando vamos a pintar, es necesario que cubras aquellos elementos que no quieras que se manchen y que queden cerca de la zona que vas a reparar con la masilla para paredes. Por ejemplo, podemos proteger los rodapiés, los marcos de las ventanas, de las puertas, las molduras e incluso los muebles que se encuentren fijados a la pared. De esta manera, no tendrás que preocuparte, ya que no correrán ningún riesgo de mancharse.

Mezcla la masilla reparadora para pared

Dependiendo del tipo de masilla que adquieras, puede que no tengas que realizar este paso, especialmente, si ya compras la masilla con la mezcla hecha. En cambio, si la compras en polvo, necesitarás añadirle una proporción de 2 partes de agua por cada 1 de masilla. Debes agitar la mezcla hasta que esta se vuelva homogénea, sin grumos, por lo que es recomendable utilizar una varilla agitadora hasta que adquiera una consistencia que permita aplicarla con facilidad sin que quede ni demasiado dura o seca ni demasiado líquida y mojada.

No debes mezclar demasiada a pesar que tengas que cubrir grandes áreas, ya que lo recomendable es ir mezclando la que vayas a utilizar en el plazo de una o dos horas. Asimismo, debes asegurarte de que la masilla permanece húmeda, especialmente, cuando trabajas en verano o a altas temperaturas.

Aplica una primera capa de masilla para paredes

Teniendo en cuenta estos consejos, ya puedes aplicar la mezcla para enmasillar paredes y reparar agujeros y grietas utilizando una espátula pequeña. El objetivo es aplicarlo de tal manera que no queden zonas marcadas ni con exceso de masilla. Al principio, puede resultar complicado y frustrante, pero, con la práctica, descubrirás que es bastante sencillo.

Una vez apliques la mezcla, debes dejar que se seque y, posteriormente, lijarla y limpiarla de nuevo. Si te preguntas cuánto tarda en secar la masilla para pared, debes saber que, pese a que en verano el proceso se acelera y puede tardar, como mucho, unas 5 horas, en invierno, el secado puede alargarse más y durar entre 12 y 24 horas, por lo que debes tener paciencia.

Aplica la segunda capa de masilla reparadora de paredes

Una vez hayas lijado y limpiado la pared tras aplicar la masilla para paredes por primera vez, ya puedes darle la segunda capa, que, normalmente, será la que te ayudará a darle a la pared el acabado perfecto. Para ello, tan sólo debes repetir el mismo procedimiento que hemos nombrado en el paso anterior y mezclar de nuevo otra pequeña cantidad para aplicarla con la espátula hasta que el muro quede completamente liso y sin imperfecciones.

Si queda alguna marca, no te preocupes, ya que, cuando se seque, puedes lijarla hasta que se disimule a la perfección. Y, si todavía crees que se nota la imperfección, puedes repetir el proceso una tercera o cuarta vez hasta que no resulte evidente que ahí había un agujero o grieta. Una vez estés conforme, ya puedes lijar y limpiar la zona para, posteriormente pintar las paredes con total normalidad.

En definitiva, esperamos que este artículo te haya servido para saber cómo usar la masilla reparadora de paredes. Sabemos que, aunque requiere un poco de práctica, cuando repitas este proceso un par de veces, te habrás convertido en un/a experto/a en masillar paredes. Asimismo, recuerda que, si estás buscando este producto, puedes encontrarlo en Jucarsa y que en nuestro catálogo encontrarás una gran variedad de tipos para reparar los muros de tu vivienda de la mejor forma posible.

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