Cómo usar una remachadora de manera profesional


La remachadora es una de las herramientas más prácticas que podemos encontrar a la hora de hacer uniones fijas y duraderas. Como sabrás, se trata de una herramienta manual muy ergonómica que se adapta perfectamente a la mano, aunque también la podemos encontrar a batería —debido a la comodidad que proporciona— o neumática —sin que tengamos que hacer grandes esfuerzos—. En este artículo vamos a hablarte de manera detallada sobre esta herramienta, además, te proporcionamos algunos consejos profesionales sobre su uso para que puedas conseguir los mejores acabados en tu taller.

¿Qué es una remachadora y para qué sirve?

Sin entrar en muchos detalles, ya que la mayoría de los lectores conocerán qué es una remachadora y para qué sirve, vamos a hacer una pequeña explicación para despejar las posibles dudas existentes. La remachadora es una herramienta mecánica (manual, a batería o neumática) utilizada para colocar remaches, principalmente en aplicaciones industriales, aunque también puede emplearse a nivel doméstico. Los remaches cumplen con la función de unir dos elementos de manera permanente (o semipermanente), es decir, piezas que no vayan a ser desmontadas luego. La remachadora puede ser empleada para unir piezas de madera, de plástico, de metal (no muy duro), tejidos…

Cómo se usa una remachadora

Cómo usar una remachadora es un proceso relativamente sencillo, ahora bien, si queremos que los remaches queden perfectos, que no se nos muevan cuando los estamos colocando y que no se solapen unos con otros, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos.

La elección del remache

En el mercado podemos encontrar una gran cantidad de remaches y, aunque la función principal es la de unir varios materiales, lo cierto es que existen muchas diferencias entre ellos que los vuelven más o menos apropiados en determinadas situaciones. Estos son los remaches más utilizados:

  • Remache estándar: Son un tipo de remaches ciegos (que se aplican accediendo a la pieza por un solo lado —normalmente, desde el exterior—) y de rotura de vástago. Estos permiten unir de manera rápida y fácil cualquier material, generalmente cuando no se necesita una fuerza de presión demasiado fuerte. Son los más utilizados.
  • Remache flor: Este tipo de remaches se utiliza en materiales blandos o que ofrecen una baja resistencia a la presión, véase plásticos o maderas y algunos metales. El remache tiene un cabezal de cierre con un diámetro muy grande que distribuye perfectamente la fuerza evitando que se deforme el material. Ideal para la automoción.
  • Remache estanco: Son remaches que proporcionan una fijación estanca, como indica su nombre, totalmente hermética a los fluidos. Estos remaches, por tanto, se utilizan para evitar fugas de líquidos y de vapores gracias a la retención de la cabeza del vástago en el interior del cuerpo del remache.
  • Remache paraguas: Es un remache que se adapta a los cambios de espesor, ideal para utilizar en aplicaciones de materiales blandos y de baja resistencia. Su cabeza con forma de flor —de ahí su nombre— proporciona un buen agarre entre el remache y las piezas.
  • Remache moldura: Es un remache personalizado que se utiliza para fijar molduras, además, cuenta con un cuerpo escalonado gracias al cual el montaje resulta más sencillo, rápido y económico.

Los remaches también pueden clasificarse en función de cómo es la colocación, es decir, si se trata de un remache de golpe, de un remache ciego o de un remache de compresión.

Medir el grosor de las dos piezas

Lo primero que debes hacer para responder a cómo usar una remachadora es medir con mucho cuidado cuál es el grosor de los materiales que vas a unir. Así mismo, ten en cuenta que existen remaches de muchos tamaños —y de muchos tipos, en función del acabado y del material que vayas a unir—, así que presta atención a cuál eliges.

Utiliza una broca del mismo diámetro

Lo siguiente que debes hacer para responder a cómo poner remaches es utilizar una broca del mismo diámetro que el remache que has escogido y hacer el agujero donde vayas a colocarlo. En ocasiones, la broca suele estar incluida con los remaches.

Prepara la pistola para remaches o remachadora

Una vez que hayas hecho el agujero, ya podrás preparar la pistola para remaches. Para ello, abre las asas de la pistola para remaches e introduce el extremo estrecho del remache en la boquilla (mandril). El mandril es la parte larga y central del remache, la que se inserta en la remachadora y queda excluida de la unión. Si tu remachadora no es multiboquilla tendrás que asegurarte también que el mandril encaja con el diámetro de la remachadora o cambiar la cabeza de la máquina (insistimos, es importante que utilices el remache adecuado).

Presiona ligeramente las asas de la pistola para remaches

Tendrás que presionar ligeramente las asas de la remachadora con el remache de la boquilla, de esta forma podrás fijarlo en su sitio. Después, coloca el cabezal del remache en el orificio pretaladrado para poder llevar a cabo la unión.

Remacha el material

El último paso para responder a cómo poner remaches —ya sea con la remachadora manual, la remachadora a batería o la neumática— es presionar las asas y juntarlas varias veces hasta soltar el pasador del remache, con ello conseguirás que los materiales queden perfectamente unidos.

¿Remachadora manual, a batería o neumática?

La elección de un tipo de remachadora u otra depende del trabajo que tengas pensado llevar a cabo. Con la remachadora manual se puede hacer uso de remaches de 4 mm, pero solo de aluminio. Estas suelen tener un cabezal giratorio de 360º que resulta muy práctico para poder colocar los remaches en lugares de difícil acceso. Algunos modelos cuentan con un cabezal múltiple para mandriles (remaches) con diferentes diámetros —generalmente hasta tres—. También podemos encontrar otros tipos de remachadoras manuales, como las de cabeza desplazada o las de brazos extra largos. Las remachadoras a batería permiten colocar los remaches sin esfuerzo y a gran velocidad. Estas suelen trabajar con remaches de 2,4 mm hasta 4,8 mm (remaches de aluminio) o hasta 4 mm (remaches de acero). Las remachadoras profesionales permiten incluso trabajar con remaches de hasta 6 mm. La remachadora neumática, por otro lado, es muy utilizada en los talleres de carrocería o en los de carpintería metálica. Esta funciona conectada a un compresor y trabaja con una presión de 5 a 7 bares —en función de la máquina y del diámetro del remache—. Permite trabajar con remaches de 2,4 a 6 mm.

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