Cuáles son las diferencias entre sierra circular y sierra de calar

A la hora de realizar cortes sobre determinadas superficies es elemental disponer de las herramientas adecuadas para poder aunar eficiencia y seguridad en la ejecución. Cada vez existen en el mercado herramientas más sofisticadas capaces de permitirnos realizar los cortes que necesitamos con la precisión que requiere una tarea así, pero una apuesta segura siempre son las sierras circulares y las sierras de calar.

No obstante, aún hoy hay quienes no distinguen entre una sierra circular y una de calar, y en el siguiente artículo hemos decidido profundizar más en las características de unas y otras, así como en los aspectos fundamentales que las diferencian.

En qué se distingue una sierra circular de una de calar

La sierra circular y la sierra de calar presentan semejanzas tan potentes como sus diferencias, que van mucho más allá del montaje o cualquier aspecto de diseño. Dado que las distinciones más importantes solo pueden ser identificadas durante los propios trabajos de corte, vamos a hablar de distintos supuestos en los que convendría usar un tipo de sierra u otro para ir viendo hasta dónde llegan las diferencias entre una sierra circular y una sierra de calar.

Vamos a empezar hablando de los cortes rectos, que son el tipo de corte más básico y común que se suele realizar. En realidad, para cortes rectos puede hacernos un buen papel tanto una sierra circular como una de calar, pero hay que tener en cuenta varios matices.

La sierra de calar puede ser muy eficaz siempre y cuando exista un punto de apoyo en una guía de corte para poder seguir la línea marcada. Si vamos a utilizar una sierra de calar para un corte recto vamos a depender en buena medida de nuestra pericia, que influirá en la calidad del corte y la rapidez con la que consigamos ejecutarlo.

No obstante, esta técnica es solo apta para maderas superficies finas. En el caso de que queramos hacer un corte recto en una superficie de más grosor, la mejor opción sin duda sería una sierra circular, no solo por estabilidad, sino también por una cuestión de temperatura: las hojas de la sierra de calar son más sensibles a la fricción, y pueden sobrecalentarse si el corte lo intentamos hacer en una superficie demasiado gruesa.

Hay que tener en cuenta también que la parte baja de la hoja puede presentar alguna desviación si el corte se realiza en materiales excesivamente gruesos. Sin embargo, en este aspecto influye más la calidad de la hoja elegida que el tipo de sierra utilizado, aunque para materiales gruesos lo mejor es recurrir a una sierra circular.

La situación se invierte si hablamos de cortes curvos, para los cuales una sierra de calar es, sin duda, una opción mucho mejor. Y es que la sierra circular, por su propio diseño, suele impedir la realización de cortes curvos precisamente por la disposición del disco, que en los cortes rectos es muy útil porque hace las veces de guía. Aquí no hay vuelta de hoja: la sierra de calar funciona mucho mejor en cortes curvos, por muy sutiles o poco pronunciados que sean.

Qué diferencias presentan en tareas de vaciado y cortes a inglete

Una tarea muy común que casi siempre suele hacerse en superficies de madera son los vaciados, que consisten en la retirada parcial de la madera de una zona específica. Para este tipo de trabajos se requiere un nivel de precisión máximo que las sierras circulares no son capaces de proporcionar, por lo que las sierras de calar son la mejor opción para este tipo de labores.

Además, es mucho más sencillo hacerlo con una sierra de calar porque basta con realizar un pequeño agujero para empezar a introducir la hoja de la sierra e iniciar el corte. Así de simple.

En lo referente a los cortes a inglete, la historia es algo diferente. El corte a inglete se suele utilizar para ensamblar un mueble de madera, una labor que requiere de un nivel de precisión extremo para que el trabajo final quede bien.

En realidad, esto puede hacerse con cualquiera de las dos sierras, pero si se utiliza una de calar, es mejor optar por un modelo premium. Esto sucede porque las sierras de calar de menos calidad no tienen la capacidad suficiente como para hacer un corte lo bastante preciso para un ensamble, de modo que la unión entre los tableros quedaría imperfecta o, directamente, no podría realizarse.

Y es que buena parte de las sierras circulares disponen de un sistema de graduación que suele ser bastante más preciso que el de las sierras de calar. De hecho, algunos modelos profesionales permiten seleccionar los grados de inclinación. Además, si tenemos en cuenta que el disco de corte hace que la deformación de la hoja sea prácticamente inexistente, lo tenemos todo a nuestro favor para hacer uso de una sierra circular para este trabajo.

Otros aspectos divergentes a tener en cuenta

Conviene detenernos un momento para hablar del acabado. Aquí existen menos diferencias que en otros aspectos que acabamos de ver, porque ambas sierras cuentan con la capacidad de hacer que el acabado sobre cualquier superficie sea excelente. Sin embargo, hay un factor decisivo que puede determinar la calidad del acabado y es el tipo de hoja empleada.

Por norma general, la sierra de calar cuenta con un mayor número de dientes, lo que hace que se pueda obtener un acabado realmente limpio gracias a su disposición alternada. En cambio, en una sierra circular esto dependerá del número de dientes que presente el disco, que puede variar en función de la hoja seleccionada. Cuanto mayor sea el número de dientes, mejor acabado podremos obtener.

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