Voltaje y amperaje en herramientas de batería


A la hora de saber qué tipo de batería es la idónea para cada tipo de dispositivo, es preciso conocer dos aspectos fundamentales para que la fuente de alimentación pueda proporcionar la energía necesaria en forma y cantidades 100% seguras. Por eso es tan importante conocer de antemano el voltaje y el amperaje.

Pero no son pocas las dudas que se genera a la hora de medirlos, así que vamos a hacer un repaso por los conceptos básicos relativos al voltaje y el amperaje en baterías, qué implicaciones tiene en el uso de dispositivos cotidianos y otras cuestiones relevantes para tratar de arrojar algo de luz al respecto.

Voltaje y amperaje en herramientas de batería: ¿qué son exactamente?

A la hora de conocer los requisitos de alimentación de ciertos dispositivos, es importante conocer cuál es el voltaje y el amperaje en las herramientas de la batería que se va a usar como fuente de alimentación para que el dispositivo funcione. Vamos a hacer un pequeño repaso teórico para saber exactamente de qué estamos hablando.

Se entiende por voltaje la magnitud con la que los electrones son impulsados por un conductor dentro de un determinado circuito eléctrico. En otras palabras: es la potencia con la que la energía eléctrica es conducida. Se representa con la letra V.

Por su parte, el amperaje es la cantidad de carga eléctrica que se transmite por el conductor eléctrico para proporcionar un amperio de corriente eléctrica. Suele medirse en intervalos de tiempo de una hora, siendo el amperio por hora a unidad de medida más habitual en este campo.

Teniendo en cuenta estas características, el voltaje y el amperaje en herramientas de batería permite conocer cuál es la cantidad de V y de amperios (Ah) necesarios para que un determinado dispositivo funcione. Y, obviamente, cada dispositivo tendrá unos requisitos específicos por la potencia que requiere cada uno de ellos.

Es importante conocer el voltaje y el amperaje con el que cada equipo electrónico funciona, porque el voltaje que necesita el dispositivo debe ser idéntico al que proporcione la batería para garantizar un funcionamiento óptimo. El amperaje sí puede ser algo diferente, pero por norma general los valores deben ser siempre lo más exactos posibles para tener la certeza de que la fuente de alimentación se ajusta a los requisitos y capacidades técnicas del equipo.

En la actualidad, dentro de los países integrados en la Unión Europea, se comparten las mismas medidas de voltaje, siendo actualmente las de 10,8V, 12V, 18V, 36V y 54V las más habituales. En función de cada tipo de obtiene una potencia mayor o menor, dependiendo de las necesidades de cada dispositivo y del valor reflejado en la medición del voltaje.

Por lo que respecta a la intensidad, las medidas de amperaje más habituales que existen en la actualidad son 1.3 Ah, 2 Ah, 2.5 Ah, 2.6 Ah, 3 Ah, 4 Ah, 5 Ah, 6 Ah y 9 Ah.

¿Qué implicaciones tiene el voltaje y el amperaje en las herramientas de batería?

Del voltaje y el amperaje depende en gran medida la duración de la batería, teniendo en cuenta que cuanto mayor sea su voltaje, mayor será el consumo. Para alargar la vida útil de la batería será necesario un mayor amperaje, pero aquí entran también otros elementos como la resistencia o el tipo de actividad para el que esté diseñada la batería, lo que puede influir en el nivel de desgaste medio y en la duración de la carga completa de la batería.

Más allá de ser cifras teóricas, el voltaje y el amperaje son valores que deben ser considerados a la hora de buscar una batería para una herramienta inalámbrica. Hay varios aspectos a tener en cuenta que pueden influir en el voltaje y el amperaje de la fuente de alimentación. Por ejemplo, el tipo de batería. Es muy común encontrar baterías de ion-litio, también denominadas “Li-ion”. Son las mejores a día de hoy por ser las más compactas, potentes y ligeras, aunque suelen necesitar protección de voltaje para ser aptas.

Pero también podemos encontrar baterías Ni-MH o Ni-Cd. Las Ni-MH destacan por su alta durabilidad, pero tienen el hándicap de que sufren del llamado “efecto memoria”, lo que hace que el uso prolongado la deteriore más rápidamente. Por su parte, las Ni-Cd cuentan con una densidad energética más alta, el “efecto memoria” que sufren no es tan patente, pero necesitan más tiempo de carga, lo que supone un problema en un momento en el que el desarrollo de los modos de carga rápida es una prioridad para buena parte de los fabricantes actuales de dispositivos wireless.

Otros aspectos a tener en cuenta en las baterías

Más allá de la batería en sí y del tipo de composición, hay otros elementos relacionados con la carga y el mantenimiento de la batería al que el voltaje y el amperaje les puede afectar. El cargador o el diseño de la batería son otras cuestiones a las que hay que prestar atención para que los valores de potencia se mantengan estables y la batería vea prolongada su vida útil.

El cargador, por ejemplo, es un elemento indispensable para que la fuente de alimentación esté de nuevo operativa. Los modos de carga rápida han hecho que la oferta se diversifique y que actualmente el usuario pueda elegir entre disponer de un cargador de carga rápida o de carga estándar. La elección dependerá directamente de los sensores de calidad, la electrónica y la reducción de calor que posean para garantizar la integridad de la batería.

El diseño, en cambio, tendrá más que ver con el tipo de herramienta en la que se coloca la batería. Esta puede ser de carril deslizable, de torre o de varilla, tres de los diseños más comunes.

No obstante, cada fabricante suele crear sus propios diseños en función del dispositivo inalámbrico del que estemos hablando, y es habitual encontrar en el mercado baterías con un voltaje y un amperaje similar o idéntico con un diseño único.

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