Qué es y para qué sirve el manómetro


En determinados sectores e industrias hay herramientas específicas que tienen un cometido concreto, que son de gran utilidad y que a menudo desconocemos. Sin embargo, hay profesionales que las emplean constantemente para cumplir con sus funciones. Y es que el mundo está repleto de curiosos inventos de lo más resolutivos.

Es el caso del manómetro, un aparato muy poco conocido que se emplea en el sector automotriz, en la medicina o en la industria, ¡tiene un papel más importante de lo que crees! En cambio, pocas personas han oído hablar de él si no han tenido que usarlo de una forma directa.

¿Tienes curiosidad por conocer un poco mejor este dispositivo?, ¿quieres saber qué es un manómetro y para qué sirve realmente? A continuación, te lo contamos todo.

¿Qué es un manómetro?

Un manómetro es un instrumento analógico o digital encargado de medir la presión que tienen los gases o los fluidos cuando se encuentran en recipientes que están cerrados. Lo que indican es la diferencia que existe entre la presión del exterior atmosférica y la que presenta el fluido en cuestión.

Para ello se sirve de lo que se conoce como el principio de equilibrio hidrostático, en el cual se puede medir la presión según la altura del fluido que puede soportar. Arroja sus resultados en un formato circular con una aguja que señala hacia el número en cuestión, un diseño que recuerda a un reloj, o bien en una pantalla cuando se trata de un instrumento digital.

¿Para qué sirve el manómetro?

Lo cierto es que es te instrumento se emplea en una gran cantidad de ámbitos, pues se puede encontrar en diferentes laboratorios e industrias. Esto se debe a que su uso es muy sencillo y, a su vez, arroja unos resultados que son altamente precisos. Los dispositivos que son más avanzados son capaces de medir varias cuestiones más allá de la presión, como el vacío y otras variables que están relacionadas.

Con uno de estos utensilios es posible hacer calibraciones, medir la caída de presión del filtro, pruebas de fugas, o detectar el nivel de líquido que tiene un tanque en su interior. Para esto se puede emplear, de hecho, un manómetro sencillo que ni siquiera dispone de piezas mecánicas en su interior y que tiene precios muy accesibles.

Hace años se consideraba este dispositivo como una herramienta propia de los laboratorios. No obstante, en la actualidad ya se emplea en todo tipo de industrias e incluso se encuentra utilidad en él en el ámbito espacial.

¿Como usar un manómetro de presión?

Para usar un manómetro de presión hay que decidir, en primer lugar, qué tipo de instrumento se va a emplear. Hay varios modelos diferentes que explicaremos posteriormente y que pueden mostrar algunas diferencias en su modo de uso. La elección se basará en qué tipo de presión se va a medir o la escala que se va a utilizar, pues se puede emplear un manómetro de presión de aire u otra variante más adecuada.

No obstante, la mayor parte de estos instrumentos cuentan con escalas que son capaces de mostrar diferentes unidades en los valores de presión para que el usuario pueda aplicar la que prefiera.

Una vez se ha escogido el dispositivo adecuado, se fijará al sistema del cual se pretende medir la presión. Es uno de los puntos más importantes, ya que debe estar muy bien conectado para evitar que ofrezca datos erróneos o que surjan fugas.

A continuación, habrá que abrir la válvula de paso del fluido o del gas que es objeto de la medición. En ese momento podrá pasar a través del manómetro permitiendo que el instrumento haga su trabajo. Hay que dejar unos segundos de margen para que la presión se estabilice y el aparato pueda medir con precisión.

La presión será indicada con la aguja del dispositivo o bien por número en la versión digital del instrumento. Una vez se obtiene la medida, hay que volver a cerrar el paso y desconectarlo del sistema. Por último, se retira con cuidado para que no sufra daños o golpes que puedan perturbar su precisión.

Tipos de manómetro de presión

Hay diferentes tipos de manómetros que miden diferentes tipos de presión o trabajan con diversos materiales. Te exponemos los más importantes.

Manómetro de tubo de Bourdon

Se conoce como Manómetro de tubo de Bourdon al instrumento más común de toda la lista y el que más se utiliza. Dispone de un tubo cerrado por uno de los lados que se presenta enrollado en forma de espiral. El extremo posterior es el que se va a conectar con el sistema objeto de la medición y, cuando pasa el fluido, va desenrollando el tubo mientras muestra el valor de la medición.

Manómetro de 2 ramas abiertas (o de vidrio en U)

Como su nombre indica, este estilo de manómetro cuenta con un tubo dispuesto en forma de U que tiene ambos extremos abiertos: uno conectado al sistema que se medirá y otro hacia la presión atmosférica ambiental. Se considera como un tipo de Tubo de Pitot capaz de medir el caudal de agua cuando se conecta en una tubería.

Manómetro Truncado

Cabe destacar que, entre los valores que puede medir este utensilio, el más importante es la presión manométrica. Por lo tanto, el manómetro truncado no se considera un dispositivo de este tipo como tal, pues únicamente nos ofrece presiones absolutas y nunca manométricas. Sin embargo, suele encasillarse entre los tipos de manómetros más comunes porque puede ofrecer buenos resultados en las mediciones. Su particularidad es que tiene un tubo con ambos extremos cerrados y esto impide que pueda tomar en cuenta el valor de la presión atmosférica ambiental.

Manómetro metálico

El manómetro metálico es el que más se aplica dentro de las industrias. Se trata realmente de un barómetro que ha sido manipulado para que la presión del fluido actúe en su interior y se puedan realizar las medidas. Mientras, en la parte exterior actuará la propia presión atmosférica. Su uso suele ser igual de sencillo que el resto.

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