Consejos para usar una amoladora correctamente

La amoladora, también conocida como radial, es una herramienta eléctrica que se utiliza para cortar, lijar y pulir materiales de distinta naturaleza. Cuentan con un pequeño motor que permite que el disco gire a altas revoluciones.

Normalmente, incluye un mando o una empuñadura ajustable en uno de los lados para facilitar el agarre y su transporte y, aunque son extremadamente útiles, es preciso tomar una serie de precauciones para que su manipulación sea segura.

Tips para utilizar una amoladora de manera segura

Una amoladora, como cualquier otra herramienta profesional, debe ser manipulada con precaución y es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones para no poner en riesgo la integridad física propia ni ajena. Por eso, vamos a explicarte cómo usar una amoladora de la manera correcta para reducir la probabilidad de sufrir un potencial accidente durante su manipulación.

Es cierto que la eficiencia de una amoladora es extrema, ya que permite realizar cortes limpios y rectos. Por ese motivo es una de las herramientas profesionales más utilizadas.

Utiliza siempre equipamiento de protección. Es una temeridad no utilizar material de protección a la hora de utilizar una radial, sobre todo teniendo en cuenta la potencia del corte que es capaz de ejecutar la máquina debido a lo extremadamente afilados que pueden llegar a estar los discos de corte.

Siempre es indispensable hacer uso de guantes de trabajo, gafas de protección y una mascarilla. De este modo, se protegen las manos de cortes y quemaduras por las chispas que pueden llegar a producirse al entrar en contacto con superficies como el metal o el hierro.

Equipa solo accesorios para ese modelo de amoladora.Es imprescindible que la zona de trabajo esté perfectamente acondicionada y que solo tengas a mano los accesorios para la radial. Mucha gente combina los complementos de las taladradoras y los utiliza en una amoladora, lo que puede llegar a ser peligroso.

Siempre hay que seguir las indicaciones del fabricante para evitar problemas a la hora de manipular herramientas de estas características, por lo que nunca uses combinaciones libres de accesorios y herramientas y cíñete a las indicaciones y utensilios incluidos en cada kit profesional.

Aléjate de productos inflamables. Normalmente, una amoladora produce chispas debido a la alta velocidad con la que el motor es capaz de girar el disco. Por eso, es fundamental que la zona de trabajo esté libre de sustancias o productos que tiendan a inflamarse, puesto que cualquiera de estas chispas sería capaz de prender fuego a objetos o sustancias inflamables que se encuentren en las proximidades.

Esto forma parte del sentido común, ya que nunca se deben emplear objetos que desprendan chispas cerca de fuentes de calor u objetos inflamables o que tiendan a prender rápido, como fibras de tela. En cualquier caso, saber cómo usar una amoladora y dónde emplearla es importante para hacer de los espacios de trabajo entornos 100% seguros.

Trata de manipular la herramienta antes de empezar a trabajar con ella. La manejabilidad es fundamental para que este tipo de herramientas resulten ergonómicas y su control sea seguro, y precisamente por eso lo más aconsejable es que trates de familiarizarte con la amoladora antes de comenzar a trabajar en serio con ella.

Comprueba el agarre, intenta tener tomada la medida al peso y trata de hacerte con los controles para ganar en agilidad cuando tengas que dedicarte a utilizarla en proyectos donde el margen de error sea muy pequeño.

Precisamente por eso es importante que una radial sea ergonómica, para garantizar una alta adaptabilidad a la hora de manejarla. En Jucarsa somos especialistas en la comercialización y distribución de herramientas profesionales de alta calidad y solo trabajamos con las mejores marcas del sector, por lo que puedes encontrar en nuestro catálogo amoladoras profesionales capaces de ofrecer las más altas prestaciones en todo tipo de trabajos.

Otras consideraciones a tener en cuenta sobre las amoladoras

Utiliza superficies estables para apoyarte. Hay determinadas tareas que requieren de una estabilidad extrema para permitir que el corte sea realizado de una manera precisa y sin imperfecciones. Por eso, es elemental que utilices siempre una superficie lo suficientemente amplia y estable como para evitar caídas fortuitas o cambios de dirección de la radial.

Además, en caso de querer cortas piezas específicas y no demasiado pesadas, es aconsejable dejar una parte en volandas para que la pieza cortada caiga por sí misma y no se cierre sobre la propia cuchilla, lo que podría provocar daños en la pieza y dejarla inservible.

Aplica la presión justa y necesaria. Una amoladora utiliza una cuchilla tan afilada que con solo aproximar el borde a la superficie el corte ya empezará a producirse. Eso quiere decir que una amoladora es una herramienta profesional que funciona en base a la proximidad con la superficie y no con la aplicación de fuerza, por lo que no apliques más presión de la necesaria cuando vayas a realizar un corte.

La clave para que un corte sea preciso es la continuidad. Aplicar más fuerza no hace que la amoladora trabaje mejor. De hecho, no presenta ninguna ventaja que compense este esfuerzo, por lo que es aconsejable evitar hacerlo.

Deja girar los discos nuevos. Cada cierto tiempo es necesario sustituir el disco por uno nuevo debido al desgaste y a la pérdida de prestaciones. Cuando esto se lleve a cabo, es fundamental que el disco nuevo gire en el vacío al menos durante aproximadamente un minuto, y siempre con el protector puesto.

De esta manera, lo que se consigue es que el disco quede lubricado y tener la certeza de que ha encajado a la perfección. El hecho de que cuente con un pequeño recorrido le permite ofrecer la máxima precisión en los cortes, evitando cualquier tipo de problema relacionado con la escasez de rodamiento.

Qué hay que tener en cuenta antes de empezar a trabajar con una amoladora

Es fundamental echar un vistazo detallado a los manuales de instrucciones cuando se va a utilizar una amoladora por primera vez. Todos ellos cuentan con un listado de pasos que deben seguirse al pie de la letra para garantizar un uso correcto y sin riesgos.

Los cables y las conexiones eléctricas deben estar en perfectas condiciones, sin presentar enmendaduras, cintas adhesivas ni partes sueltas. Además, es imprescindible que la zona de trabajo se encuentre siempre limpia y despejada para evitar tropiezos o accidentes, o que algún cable se atasque con algún objeto.

Por otra parte, los discos deben siempre permanecer guardados con sus respectivas protecciones antes de ser acoplados a la amoladora. Nunca deben quedar expuestos a la intemperie, por la propia integridad del disco y por la de la persona que, por accidente, pueda sufrir algún corte por culpa de un descuido.

El hecho de que el disco cuente con protecciones permite, además, evitar problemas a causa de partículas en suspensión tras el primer uso, por lo que es altamente aconsejable conservarlas.

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